Buenas salenas, cronopios y cronopias. El motivo de la entrada de hoy es una breve reflexión a propósito del artículo de Javier Marias aparecido en El País hace una semana titulado "La baraja rota".
http://elpais.com/elpais/2014/01/09/eps/1389270298_757946.html
Con gran alborozo lo envíe a muchos de vosotros, amigos, cronopios en fin, y todos me devolvieron la misma ilusión y tristeza sobre este asunto: nos resquebrajan el contrato social y tendremos que demostrar nuestra fuerza de alguna manera.
Algunos de mis cronopios hablaban de ese latir que está presente en muchos de nosotros. Algún otro me comentaba que no sirve de nada el contrato social y que hay que quemar calles como en Burgos para que te hagan caso. No han tardado ni dos días en decir que había grupos de "radicales" infiltrados que son los que provocaban dichos altercado. Sí, han transformado la protesta en miedo y amenaza.
Resumiendo; que sí, que tenemos que reclamar nuestra parte del contrato social sí o sí, y por lo tanto reclamar que quienes no lo cumplan, lo paguen. Pero nada de visiones naif del todo o nada. Siempre ha habido explotadores y explotados. La historia de la humanidad está construida sobre la base del abuso de unos sobre otros. Tal vez la manera más civilizada, que no real, pero sí hipócrita, es el sistema democrático, que en términos genéricos no tiene ni doscientos años dentro de lo que es la medida en miles de siglos a través de la historia.
No votar, no participar del juego, es participar de "su" juego. Le comentaba el otro día a uno de estos cronopios que el partido actual en el gobierno ganó con el 44% de los votos, sobre un 71% de votantes totales, es decir, cerca del 30% de los votantes gobierna sobre el 70% restante.
Ahí lo dejo.
M.L.
No hay comentarios:
Publicar un comentario