jueves, 1 de noviembre de 2012

Halloween con retraso...

http://www.telecinco.es/informativos/curioso/divorcio_mujer_fea-demanda_contra_mujer_fea_China_0_1500975137.html

La notica más o menos viene a contar que se divorcia, y gana el tío, porque cuando se casó con ella el pobrecito no sabía que su amada se había disfrazado con una operación de estética y, sorpresa, cuando nació la hija de ambos... era tan fea que el hombre se divorció por sentirse estafado y ganó la demanda. Y no, no es broma (aquí la foto del disfraz causante de la separación).
 
Me parece una metáfora de un alcance insospechado, casi sólo al alcance de Blade Runner o de cualqueir musical de Concha Velasco. Uno intenta esconder su pasado entre botox y estiramientos, y resulta que la hija te sale lo fea que tú eras antes. O lo que es lo mismo: no podemos huir de nuestras sombras por más que las disfracemos.
Y hay mucho disfraz hoy alrededor nuestra, aunque cada vez más el personal se da cuenta por sí mismo de que sí, de que el rey del cuento va en pelotas y que no hay traje ni píldoras que nos hagan creernos nada de nada. ¿Seremos capaces de olvidarnos de todo lo que está pasando con una gran nueva cirujía mental colectiva (¿lobotomía de botox?)?
Obviamente empatizamos en toda esta historia con la pobre hija de ambos, aunque con la demanda de divorcio que el "colega" se embolsó (cerca de 120.000 euros o así), seguramente le pueda pagar a su hija fea otra operación de estética que agrade al padre.
En fin, que cosas veredes amigo Sancho.
El microrrelato sería:
"Como no sabía como separse de ella (tan hermosa, tan maravillosa, tan delicada), aprovechó el nacimiento de su primera hija para darse cuenta de lo fea que había sido su mujer. Y se lo echó en cara, aunque no sabía a cual".
Salud.
M.L.

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